Es bueno que me pare. Y si lo aprovecho para hacer balance es todavía mejor: puedo aprender de lo que he hecho, puedo comprender por qué me siento tan ofuscado, por qué esta tristeza que no sé a qué viene,... y a veces, también comprendo mejor por qué la soltura de estos días. No es que esté contento con todo lo que pasa en estos días, con cómo estoy en todos los sectores de mi vida. Ni mucho menos. Pero hay algo fundamental: me reconozco en lo que vivo. Soy yo entero: con mis cojeras y mis habilidades. Me alegra lo que estoy viviendo ahora. Hoy ha sido como mirar por el retrovisor y encontrar una armonía que no esperabas, un regalo al final de la tarde...
Eso sí, que nadie se confunda. Quiero más. Quiero elegir la vida. Ya no estoy mirando hacia atrás. Voy a seguir adelante.
¡Buen viaje! ;)
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