Oye Señor mi causa justa
atiende mi clamor
Escucha mi oración que no son slogans
Júzgame tú
y no sus Tribunales
Si me interrogas de noche con un reflector
con tu detector de mentiras
no hallarás en mí ningún crimen
Yo no repito lo que dicen los radios de los hombres
ni su propaganda comercial
ni su propaganda política
Yo guardé tus palabras
y no sus consignas
Yo te invoco
porque me has de escuchar
oh Dios
oye mi palabra
Tú que eres el defensor de los deportados
y de los condenados en Consejos de Guerra
y de los presos en los campos de concentración
guárdame como a la niña de tus ojos
debajo de tus alas escóndeme
libértame del dictador
y de la mafia de los gángsters
Sus ametralladoras están emplazadas contra nosotros
y los slogans de odio nos rodean
Los espías rondan mi casa
los policías secretos me vigilan de noche
estoy en medio de los gangsters
Levántate Señor
sal a su encuentro
derríbalos
Arrebátame de las garras de los Bancos
con tu mano Señor líbrame del hombre de negocios
y del socio de los clubs exclusivos
¡de esos que ya han vivido demasiado!
los que tienen repletas sus refrigeradoras
y sus mesas llenas de sobras
y dan el caviar a los perros
Nosotros no tenemos entrada a su Club
pero tú nos saciarás
cuando pase la noche.
Autor: Ernesto Cardenal
Título: Salmo 16 (17)
Libro: Salmos
Bienvenido a este desorden afortunado de papeles que arrojaré a la calle desde mi ventana.
martes, 31 de diciembre de 2013
SALMO 16 (17) - E. Cardenal
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domingo, 15 de diciembre de 2013
CARTA DE UNA HABANERA - Eliseo Alberto
(Carta de una amiga desde Cuba,
La Habana, 6 de julio de 1990. Fragmento)
Estoy cansada de los éxitos incuestionables, de las teorías inamovibles, de los reveses convertidos en victorias y de las victorias que acaban siendo reveses. Estoy cansada de las mentiras repetidas, de las verdades a medias machacadas, de las consignas iguales, de las manipulaciones burdas, de las pancartas optimistas, de los titulares exaltados de la prensa, de los increíbles planes económicos. Estoy cansada del maltrato diario, por gusto, de la grosería espontánea, de la vulgaridad oficial. Estoy cansada del "no hay", del "no te toca". Estoy harta de las guaguas fantasmas, de las colas por todo, de las tiendas sucias y vacías, de la extenuada ciudad que se desploma. Estoy cansada de que me digan quiénes son los buenos y quiénes son los malos. De los principios que no se venden pero que después sí se venden, por soberbia, por orgullo o porque sí. Estoy muy cansada del culto a la personalidad, de la infalibilidad de los dirigentes, de la autosuficiencia, la corrupción, la arrogancia de los que gobiernan. Estoy cansada, cansadísima, de los CDR, el PCC, el MINFAR, el MININT, la FMC, la UJC, la CTC, la UPC, la ANIR y la ECOA 7. Estoy cansada del imperialismo, del capitalismo, del colonialismo, de la lucha de clases, del socialismo y del comunismo. (Por suerte no han logrado cansarme del fascismo ni del estalinismo).
Estoy cansada de repetir -porque no me lo acaban de creer- que no me gustan las invasiones extranjeras, que la opulencia de este mundo es inmoral, que la avaricia y la codicia están condenadas al infierno y que esta civilización moderna es una estafa si no se elimina la muerte por hambre y el suicidio por desesperación. Estoy cansada de no poder decir lo que pienso, de no poder decidir lo que leo, oigo o veo, de no poder hacer planes para el futuro, de no poderme ilusionar con un viaje, de creer en menos cosas cada día. Estoy cansada, muy cansada, cansadísima, de no poder escoger ni siquiera mi propia infelicidad.
FG
La Habana, 6 de julio de 1990. Fragmento)
Estoy cansada de los éxitos incuestionables, de las teorías inamovibles, de los reveses convertidos en victorias y de las victorias que acaban siendo reveses. Estoy cansada de las mentiras repetidas, de las verdades a medias machacadas, de las consignas iguales, de las manipulaciones burdas, de las pancartas optimistas, de los titulares exaltados de la prensa, de los increíbles planes económicos. Estoy cansada del maltrato diario, por gusto, de la grosería espontánea, de la vulgaridad oficial. Estoy cansada del "no hay", del "no te toca". Estoy harta de las guaguas fantasmas, de las colas por todo, de las tiendas sucias y vacías, de la extenuada ciudad que se desploma. Estoy cansada de que me digan quiénes son los buenos y quiénes son los malos. De los principios que no se venden pero que después sí se venden, por soberbia, por orgullo o porque sí. Estoy muy cansada del culto a la personalidad, de la infalibilidad de los dirigentes, de la autosuficiencia, la corrupción, la arrogancia de los que gobiernan. Estoy cansada, cansadísima, de los CDR, el PCC, el MINFAR, el MININT, la FMC, la UJC, la CTC, la UPC, la ANIR y la ECOA 7. Estoy cansada del imperialismo, del capitalismo, del colonialismo, de la lucha de clases, del socialismo y del comunismo. (Por suerte no han logrado cansarme del fascismo ni del estalinismo).
Estoy cansada de repetir -porque no me lo acaban de creer- que no me gustan las invasiones extranjeras, que la opulencia de este mundo es inmoral, que la avaricia y la codicia están condenadas al infierno y que esta civilización moderna es una estafa si no se elimina la muerte por hambre y el suicidio por desesperación. Estoy cansada de no poder decir lo que pienso, de no poder decidir lo que leo, oigo o veo, de no poder hacer planes para el futuro, de no poderme ilusionar con un viaje, de creer en menos cosas cada día. Estoy cansada, muy cansada, cansadísima, de no poder escoger ni siquiera mi propia infelicidad.
FG
Libro: Informe contra mí mismo.
Autor: Eliseo Diego.
Editorial: Alfaguara (1ª ed: 2002)
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viernes, 6 de diciembre de 2013
PRIMER AMOR - Luis García Montero
Primer amor.
Aquella casa no era mía.
Yo contraté la luz, el agua y las palabras.
Dispuse que los muebles y los vientos
volvieran a jugar en los balcones.
El paisaje llegaba saludando
igual que los amigos,
y al levantar la mano y las botellas
abril subía por el ascensor
y las colinas de la tarde
cambiaban amapolas por un whisky.
Yo contraté la noche para cerrar las uertas.
Quise quedarme solo con mi amada,
quedarme dentro de las horas
que ruedan con la miel de dos desnudos.
Yo preparé las sábanas, los libros, los armarios,
pinté de blanco las paredes,
pero la casa aquella no fue mía.
Porque empezó a llovar
durante todo un año y el siguiente,
y el otoño manchaba los pasillos
con silencios mojados y zapatos,
y estuvo el mes de enero
helando hasta cortarse con nuestra soledad
y nuestra ropa sucia,
y el coche que subió por la colina
de barro y abandono
vino para decirme
que aquella casa no era mía.
Y aquella casa no fue mía.
Aprender a vivir enamorado,
saber amar,
significa también sentirse libre
cuando un amor se acaba.
Las ruinas de hoy
no son ya mi dolor ni mi recuerdo.
Veo como un extraño
la ventana forzada, las paredes con grietas,
los azulejos rotos.
La lluvia que pregunta en la esquina por mí
sabe que aquella casa no era mía.
Aquella casa no era mía.
Yo contraté la luz, el agua y las palabras.
Dispuse que los muebles y los vientos
volvieran a jugar en los balcones.
El paisaje llegaba saludando
igual que los amigos,
y al levantar la mano y las botellas
abril subía por el ascensor
y las colinas de la tarde
cambiaban amapolas por un whisky.
Yo contraté la noche para cerrar las uertas.
Quise quedarme solo con mi amada,
quedarme dentro de las horas
que ruedan con la miel de dos desnudos.
Yo preparé las sábanas, los libros, los armarios,
pinté de blanco las paredes,
pero la casa aquella no fue mía.
Porque empezó a llovar
durante todo un año y el siguiente,
y el otoño manchaba los pasillos
con silencios mojados y zapatos,
y estuvo el mes de enero
helando hasta cortarse con nuestra soledad
y nuestra ropa sucia,
y el coche que subió por la colina
de barro y abandono
vino para decirme
que aquella casa no era mía.
Y aquella casa no fue mía.
Aprender a vivir enamorado,
saber amar,
significa también sentirse libre
cuando un amor se acaba.
Las ruinas de hoy
no son ya mi dolor ni mi recuerdo.
Veo como un extraño
la ventana forzada, las paredes con grietas,
los azulejos rotos.
La lluvia que pregunta en la esquina por mí
sabe que aquella casa no era mía.
Autor: Luis García Montero
Libro: Vista cansada.
Edit: Visor Poesía. Colección Palabra de Honor.
domingo, 1 de diciembre de 2013
NUESTRA HORA
Es tarde
pero es nuestra hora.
Es tarde
pero es todo el tiempo
que tenemos a mano
para hacer el futuro.
Es tarde
pero somos nosotros
esta hora tardía.
Es tarde
pero es madrugada
si insistimos un poco.
Autor: Pedro Casaldáliga
Libro: El tiempo y la espera (1986).
Es tarde
pero es nuestra hora.
Es tarde
pero es todo el tiempo
que tenemos a mano
para hacer el futuro.
Es tarde
pero somos nosotros
esta hora tardía.
Es tarde
pero es madrugada
si insistimos un poco.
Autor: Pedro Casaldáliga
Libro: El tiempo y la espera (1986).
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viernes, 29 de noviembre de 2013
I'LL SLIP AWAY - Rodríguez
Rodríguez ha sido un buen descubrimiento. Buena música y buenas letras. Ésta me encanta.
I'll slip away - Rodríguez
I'll slip away - Rodríguez
"And I'll forget about the girl that said no
Then I'll tell who I want where to go
And I'll forget about your lies and deceit
And your attempts to be so discreet
Maybe today, yeah
I'll slip away
And you can keep your symbols of success
Then I'll pursue my own happiness
And you can keep your clocks and routines
Then I'll go mend all my shattered dreams
Maybe today, yeah
I'll slip away
Cause you've been down on me for too long
And for too long I just put you on
Now I'm tired of lying and I'm sick of trying
Cause I'm losing who I really am
And I'm not choosing to be like them
And if you get bored and you got loneliness
Or it's dislike for me you express
I won't care if you're right or you're wrong
I won't care cause you see I'll be gone
Maybe today, yeah
I'll slip away
Maybe today, yeah
Maybe today, yeah
Maybe today, yeah girl
I'll slip away"
viernes, 22 de noviembre de 2013
UNA DEL MONTÓN - Wislawa Szymborska
Una del montón
Soy la que soy.
Casualidad inconcebible
como todas las casualidades.
Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.
En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a la medida,
se lleva dócilmente hasta que se hace tiras.
¿Y si despertara miedo en la gente,
o sólo asco,
o sólo compasión?
¿Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?
El destino, hasta ahora,
ha sido benévolo conmigo.
Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.
Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.
Pude haber sido yo mismo, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien completamente diferente.
Autora: Wislawa Szymborska
Título: Una del montón
Libro: Instante (Ediciones Igitur, 4ª edición, 2011)
Traducción: Gerardo Beltrán
Soy la que soy.
Casualidad inconcebible
como todas las casualidades.
Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.
En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a la medida,
se lleva dócilmente hasta que se hace tiras.
¿Y si despertara miedo en la gente,
o sólo asco,
o sólo compasión?
¿Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?
El destino, hasta ahora,
ha sido benévolo conmigo.
Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.
Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.
Pude haber sido yo mismo, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien completamente diferente.
Autora: Wislawa Szymborska
Título: Una del montón
Libro: Instante (Ediciones Igitur, 4ª edición, 2011)
Traducción: Gerardo Beltrán
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miércoles, 20 de noviembre de 2013
HABLAME - Tribu Mokoya
Gracias a las personas que se atreven en cualquier lugar del mundo. Con toda mi admiración y respeto. GRACIAS, TRIBU.
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viernes, 15 de noviembre de 2013
MUNDO INTERIOR - Juan Meseguer Velasco
MUNDO INTERIOR
Complejo mundo interior
el tuyo;
que no tiene ni pies ni cabeza.
Tan sólo corazón…
¡Lo que te espera!
-Le
advirtió seriamente
el hombre de negocios
al joven soñador de vuelos libres.
Y éste,
mirando las maneras
repintadas de gris de quien le hablaba,
se conmovió.
Autor: Juan Meseguer VelascoTítulo: Mundo interiorLibro: Bancos de arena
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domingo, 1 de septiembre de 2013
Necesito... me disculpen.
Hay una sed que me hace humano. No porque no lo sea sin esa sed, sino porque cuando reconozco que la siento puedo vivir más presente a todo lo que nos humaniza: a los que me rodean y a mí.
Al fin y al cabo sigue en mí esa intuición de crear espacios. Sí. Crear espacios en los que la vida pueda crecer y no haya necesidad de esconderse u ocultarse, porque no hay miedo al rechazo o a la incomprensión. El fuego de esa pasión está calentándome por dentro desde hace un tiempo. Aún es muy tenue y tengo la impresión de que cualquier brisa lo puede apagar y hacer que lo pierda de vista. Pero es lo suficientemente real como para que me atreva a escribirlo aquí.
Necesito que tú me escuches y no te enfades conmigo si no tengo claro lo que hacer, que para algo eres mi novia. Necesito que no os alejéis si no puedo ser todo lo bueno que habíais soñado que sería, que para eso sois mis padres. Necesito que no me juzgues si digo o hago algo con lo que no estás de acuerdo, puede ser que esté aún algo rezagado y no comprenda lo que tú ya ves o puede ser que vaya por delante. Necesito que prefieras estar conmigo a salir con otra gente, que para algo eres mi hermano. Necesito que no des más crédito a las mentiras que otra persona está diciendo sobre mí, que para algo eres mi amigo. Necesito que me hagas una pregunta estimulante que me haga salir de este atolladero, que para algo eres mi profesor. Pero lo que de verdad necesito es que pongas tu amor, tu luz y tu fuerza en todos nosotros, que para algo eres Dios. Y que me perdonen la novia, los padres, los amigos, el hermano, el profesor y todas las personas a las que les exijo lo que sólo Tú puedes darnos. Otra cosa es que Tú te hagas presente en la vida de algunos para llegar a la vida de muchos otros que te esperamos, que te necesitamos y que te buscamos (la mayoría de las veces sin saberlo) detrás del rostro de quien tenemos al lado.
Al fin y al cabo sigue en mí esa intuición de crear espacios. Sí. Crear espacios en los que la vida pueda crecer y no haya necesidad de esconderse u ocultarse, porque no hay miedo al rechazo o a la incomprensión. El fuego de esa pasión está calentándome por dentro desde hace un tiempo. Aún es muy tenue y tengo la impresión de que cualquier brisa lo puede apagar y hacer que lo pierda de vista. Pero es lo suficientemente real como para que me atreva a escribirlo aquí.
Necesito que tú me escuches y no te enfades conmigo si no tengo claro lo que hacer, que para algo eres mi novia. Necesito que no os alejéis si no puedo ser todo lo bueno que habíais soñado que sería, que para eso sois mis padres. Necesito que no me juzgues si digo o hago algo con lo que no estás de acuerdo, puede ser que esté aún algo rezagado y no comprenda lo que tú ya ves o puede ser que vaya por delante. Necesito que prefieras estar conmigo a salir con otra gente, que para algo eres mi hermano. Necesito que no des más crédito a las mentiras que otra persona está diciendo sobre mí, que para algo eres mi amigo. Necesito que me hagas una pregunta estimulante que me haga salir de este atolladero, que para algo eres mi profesor. Pero lo que de verdad necesito es que pongas tu amor, tu luz y tu fuerza en todos nosotros, que para algo eres Dios. Y que me perdonen la novia, los padres, los amigos, el hermano, el profesor y todas las personas a las que les exijo lo que sólo Tú puedes darnos. Otra cosa es que Tú te hagas presente en la vida de algunos para llegar a la vida de muchos otros que te esperamos, que te necesitamos y que te buscamos (la mayoría de las veces sin saberlo) detrás del rostro de quien tenemos al lado.
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viernes, 23 de agosto de 2013
MADRE - Luis García Montero
Hoy va bien un poema y la canción que siempre nos cantabas...
Madre
Dentro de nada,
cuando me den permiso
las fieras de mi tiempo,
cumpliré una palabra que nunca me pediste.
Te llevaré a París.
Porque tal vez, entonces,
en los Campos Elíseos
o en las aguas del Sena,
con Notre Dame al fondo o con la Torre Eiffel,
veré de nuevo el brillo
más joven de tus ojos,
la luz adolescente
que baja del tranvía
con bolsas y comercios y saludos
y poco más de veinte años.
Hoy te recuerdo así,
como los días sin colegio,
bandera hermosa de un país difícil,
lluvia delgada de los sábados.
Nunca guardaste mucho para ti.
Ni siquiera una noche,
una ciudad o un viaje.
Tu tiempo se sentaba en nuestra mesa
y había que partirlo como el pan,
entre tus hijos y tu miedo.
Seis veces el termor
a que la enfermedad, el vicio o la desgracia
se quisieran sentar en nuestra mesa.
No vayas a salir, a dónde vas a hora,
hay que tener cuidado
con las mujeres y las carreteras,
deja ya la política.
Y sin embargo
lo que no te atrevías a pedir
duerme en el corazón de cada uno.
Porque el amor se hereda
como un abrigo sin botones,
y a mí me gustaría acompañarte
por los pasollos del museo,
más obediente y repeinado,
para encontrar en la Gioconda
el sueño y la sonrisa
de un carné de familia numerosa.
Te llevaré a París
o a la ciudad que duerme
en la taza de té de tus meriendas,
con tu cristalería
de familia burguesa
y más aspiraciones que dinero,
con tus dientes manchados de carmín,
con tus estudios de Filosofía
y Letras, je m'apelle
Elisa, j'ai cherché
la lune, la mer, la vie,
la pluie, mon coeur,
y todo se interrumpe.
Sólo somos injustos de verdad
cuando sabemos que el amor
no pasará factura.
Pero el río sin agua
también puede llegar a desbordarse,
y a tu lado me busca
esta vieja nostalgia de ser bueno,
de no ser yo,
de conocer al hijo que mereces.
Te llevaré a París. En mi recuerdo
has aprendido algo
de lo que te olvidaste en la vida:
pedir por ti, andar por tus ciudades.
Autor: Luis García Montero
Libro: Vista cansada
Ed: Visor Poesía. Colección Palabra de honor.
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viernes, 16 de agosto de 2013
Renunciar o Vivir
"Hay quienes se sienten incapaces de cambiar, de hacer un gesto libre, y prefieren volar, abandonar la tarima y construirse un paraíso artificial para instalarse. Cuando la realidad es tosca, sucia y mediocre, el actor siente la tentación de instalarse en los universos de fantasía. Esta huida es, de hecho, una renuncia a vivir.
La tendencia a edificar paraísos artificiales, tomando prestada la expresión de Charles Baudelaire, es finalmente una actitud contra la autenticidad, un intento de escurrir el bulto. Cuando se percibe la vida como fatalidad, como la ejecución mecánica de un plan escrito, la única opción que queda es el trabajo edificador de la imaginación que da aliento a la pobre víctima para seguir viviendo. Entonces tiene necesidad de crear una segunda vida en el espacio virtual, de entrar en el voluble territorio de los sueños e instalar allí su cabaña. Esta divagación onírica no es otra cosa que la expresión de un fracaso, de una renuncia a vivir."
Vivir nunca es una renuncia. Me gusta mucho esa declaración clara, comprensiva y honesta de Francesc Torralba. La he leido en "El sentido de la vida" (Ediciones CEAC, 2011). Antes que ser actor, soy un hombre, antes que mi personaje existo yo. Y tengo derecho a vivir esta vida sin tener que ser alguien diferente a quien soy, o pidiendo perdón por ser quien soy. Porque aceptar una renuncia como válida provoca insatisfacción, desasosiego permanente y vacío. Y yo lo que quiero es vivir.
Basta de caretas. Y si no, que lo diga Bambino, que lo dice mejor que yo.
La tendencia a edificar paraísos artificiales, tomando prestada la expresión de Charles Baudelaire, es finalmente una actitud contra la autenticidad, un intento de escurrir el bulto. Cuando se percibe la vida como fatalidad, como la ejecución mecánica de un plan escrito, la única opción que queda es el trabajo edificador de la imaginación que da aliento a la pobre víctima para seguir viviendo. Entonces tiene necesidad de crear una segunda vida en el espacio virtual, de entrar en el voluble territorio de los sueños e instalar allí su cabaña. Esta divagación onírica no es otra cosa que la expresión de un fracaso, de una renuncia a vivir."
Vivir nunca es una renuncia. Me gusta mucho esa declaración clara, comprensiva y honesta de Francesc Torralba. La he leido en "El sentido de la vida" (Ediciones CEAC, 2011). Antes que ser actor, soy un hombre, antes que mi personaje existo yo. Y tengo derecho a vivir esta vida sin tener que ser alguien diferente a quien soy, o pidiendo perdón por ser quien soy. Porque aceptar una renuncia como válida provoca insatisfacción, desasosiego permanente y vacío. Y yo lo que quiero es vivir.
Basta de caretas. Y si no, que lo diga Bambino, que lo dice mejor que yo.
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miércoles, 24 de julio de 2013
A UN SEMEJANTE - Malena Muyala
No importa que los telediarios nos vengan con las mentiras que algunos cuentan mientras callan sobre las mentiras que ellos mismos fabrican en sus redacciones para que pensemos lo que les interesa. Tampoco importa que haya quien use nuestro esfuerzo para lucrarse creyendo que realmente su trabajo vale 1.000.000 de veces más que el trabajo de cualquier hombre. Tampoco importa la soledad de algunas tardes largas. O la traición, el silencio y la distancia de algunas personas que hace ya tiempo juraron a las nubes que te defenderían siempre. Incluso mis propias mentiras, las que he intentado que los demás crean de mí.
Todo está asumido. Y aunque todo no está bien, hay alguien que sabe que somos más que lo que hacemos, pero que no da igual lo que hagamos. Hay una armonía en todo lo que nos rodea, en todo lo que nos constituye. Y hay personas que viven teniendo presente esto... y además aceptan todas mis erratas y fragilidades mundanas: los miedos, la vergüenza, los celos,... Gracias a Dios por el regalo de la amistad. Y gracias a ti por estar conmigo.
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miércoles, 3 de julio de 2013
AMRITA - Rabindranath Tagore
Este poema me toca el corazón. Me acerca a quien yo soy. Y siento bueno leerlo un día como hoy.
"En el momento de la partida, le dije:
Una vez una mujer india dijo:
"No quiero posesiones materiales,
deseo el Amrita.
¡Este era su voto!
¿Qué puedes añadir a esto?"
Amiya sonrió tristemente y me dijo:
"¿Por qué no me sacas de la Irrealidad?
¿Es que careces de fuerza para ello?"
Yo repliqué: "Hieres mi orgullo,
mientras no sea tu igual en riquezas,
no te volveré a ver".
Amiya agitó su cabeza
y salió de la habitación.
Yo dije: "Por favor, no lo ovides:
a cambio de tu amor
jamás te entregaré el deshonor de la pobreza.
Ese es mi voto en cuanto hombre".
Pasaron días y noches,
la intoxicación del oro invadió mi cabeza.
Cuanto más amasaba,
mayor era la sed que de él sentía.
No podía detener o desviar la fuerza que me empujaba.
Riqueza y fama aumentaron,
y con el pecho hinchado me dedicaba a vanagloriarme.
Por fin el médico me avisó:
"Necesita un descanaso;
la maquinaria de su cuerpo está a punto de averiarse".
Fui a un lejano y agradable país.
Allí un brazo de mar
corría a través de colinas cubiertas de bosques.
Las aves coronaban las copas de los árboles,
cerca de un eatanque lleno de peces.
Una fina corriente saltaba de roca en roca,
y la rumorosa música de sus aguas
creaba un hermoso concierto de soledad.
El aire, constantemente limpio,
erraba de bosque en bosque
murmurando una melodía.
Los cocoteros formaban un racimo...
unos estirados, otros inclinados,
con flecos agitándose sin descanso,
noche y día.
Las olas testarudas espumeabana y salpicaban
contra las enormes y negras rocas,
dejando conchas en la playa.
La fiebre del cuerpo cedió.
Todos los esfuerzos del pasado parecían un fraude,
y la vida extendía ambas manos
hacia el auténtico oro de la vida.
Ese día el mar estaba en calma...
El sol de otoño temblaba
en el azul del mar estremecido.
Junto a mi cabaña, el viento soplaba salvaje
a través del tamarisco,
y sus hojas sonaban.
Un ave malva, con una línea blanca en el pecho,
sobre un hilo telegráfico y moviendo la cola,
entonaba dulces y suaves melodías.
En el claro azul del cielo de otoño
se extendía la tristeza infinita
de algún exilio lejano.
En mi interior una voz decía:
"Debo regresar".
La luz que una vez resplandeció
en los ojos húmedos de lágrimas de ella.
Ese día subía un barco.
Después de atracar, me dirigí directamente a su casa.
Parecía vacía;
llegué a la puerta principal
y la encontré cerrada;
mi corazón la tía con fuerza.
De la casa llegó la visión de espacios vacíos,
y tocó mi corazón.
Tras mucho buscar la encontré...
una aldea abandonada al borde de un viejo estanque
con un templo en ruinas,
letras oscuras en sus paredes...
nada que reflejara su gloria pasada.
Un antiguo aswath lo abraza en su puño cerrado.
En la orilla, a la sombra de una higuera,
una cabaña de paja alberga una escuela de niñas.
Vi a amiya...
un rústico sari envolvía su cuerpo.
Ajorcas en las muñecas,
pies sin zapatos,
el cabello cayéndole suelto por la espalda.
Un moreno campesino teñía su rostro...
Estaba regando la huerta.
No conseguí pronunciar ni una palabra...
tampoco de su boca llegó una bienvenida
o alguna pregunta.
Lanzando una leve mirada a mis costosos zapatos
simplemente dijo:
"Las yerbas han cubierto los retoños del tomate,
ten cuidado, no los pisotees".
No conseguía entender nada...
¿Era una broma o algo serio?
En mis puños llevaba unos gemelos con perlas,
traté de ocultarlos bajo las mangas.
En el bolsillo traía un broche para Amiya...
Estaba claro... sólo una sonrisa de ridículo
agradecería este regalo,
si me acercaba y se lo daba.
Con una sonrisa forzada le pregunté:
"¿Dónde vives?"
Dejando la regadera en el suelo, dijo:
"¿Quieres verlo?"
Me llevó hasta la escuela
y dentro, a su habitación en el ala este,
separada sólo por una cortina.
Sobre su cama dura de madera
estaba enrollado el colchón.
En el taburete había una máquina de coser,
un sitar cubierto por tela de quimón
descansaba contra la pared;
una estera extendida al sur de la entrada,
sobre ella dispersos
viejos trapos, cintas multicolores,
espejo, peine y un frasco de aceite,
un bolso de caña con desechos.
Contra la pared en el ángulo sur
estaba un pequeño escritorio,
y en un bote de barro coloreado
un loto.
Amiya dijo: "Esta es mi casa",
espera un momento, vuelvo en seguida.
Fuera, en la rama de la higuera,
cantó un cuco.
Tras la mata de yaros
había un tropel de gorriones excitados;
en la distancia se divisaba un estanque
relampagueando al sol.
Sobre la mesa vi un retrato
(un joven al que no conozco),
pintado al carbón, enmarcado con cristal,...
frente despejada, pelo alborotado,
en sus ojos la luz de un distante futuro,
sus labios expresando resolución.
Amiya entró con una fuente...
arroz hervid, bizcochos de coco,
leche en una taza de alabastro,
y zumo de un cocotero verde.
Colocó la fuente en la mesa
y extendió sobre el suelo una estera de lana trenzada.
No hubiera mentido
si digo: "No estoy hambriento";
hubiera sido la verdad decir:
"No tengo apetito".
Pero tuve que comer.
Entonces oí el relato.
Mientras mi dinero aumentaba en el banco,
y yo no llevaba la cuenta de pérdidas y ganancias,
el padre de amiya, Krunja Kishore,
De vez en cuando invitaba a tomar el té
a hijos de millonarios.
Su voluntariosa hija había frustrado repetidamente
muchas oportunidades favorables.
Cuando golpeándose la frente
Krunja Kishore había dejado caer sus manos desesperado,
súbitamente, en el horizonte de la familia,
apareción un cometa loco sin hogar...
Mohibbushan, el único hijo del Raibahadur de Madhpara.
El Raibahadur era famoso en todo el país
por su riqueza atesorada y su duro corazón.
Ningún padre de una hija casadera ignoraría a su hijo,
por muy bruto que éste resultara ser.
Tras pasar ocho años en Europa,
Mohibbushan había regresado a casa.
Su padre dijo: "Ya soy viejo,
ocúpate de las riquezas de la familia".
El hijo respondió: "¿Cuál es la costumbre?"
La gente dijo:
"Los murciélagos rusos que cazan a Lakshmi
han robado el fruto verde de su cerebro".
El padre de Amiya dijo: "No tengas miedo de eso,
el aire húmedo del país ya le está calmando".
Poco después Amiya se convirtió en discípula suya.
Mohubbushan iba y venía a su gusto...
ni las burlas ni los chismorreos le afectaban.
Los días se sucedieron.
Perdiendo la paciencia el padre de Amiya planteó el asunto
del matrimonio.
Mohi replicó: "¿Cuál es la costumbre?"
El padre de Amiya dijo airado: "¿Entonces, por qué vienes aquí todos los días?"
Mohubbushan dijo sencillamente:
"Quiero llevar a Amiya a su puesto de trabajo".
Las últimas palabras de Amiya fueron:
"He llegado a este trabajo.
Él me liberó del peso de las posesiones materiales".
Yo le pregunté: "Y él, ¿dónde está?"
Amiya replicó: "En la cárcel".
3 de julio de 1936.
Rabindranath Tagore.
"En el momento de la partida, le dije:
Una vez una mujer india dijo:
"No quiero posesiones materiales,
deseo el Amrita.
¡Este era su voto!
¿Qué puedes añadir a esto?"
Amiya sonrió tristemente y me dijo:
"¿Por qué no me sacas de la Irrealidad?
¿Es que careces de fuerza para ello?"
Yo repliqué: "Hieres mi orgullo,
mientras no sea tu igual en riquezas,
no te volveré a ver".
Amiya agitó su cabeza
y salió de la habitación.
Yo dije: "Por favor, no lo ovides:
a cambio de tu amor
jamás te entregaré el deshonor de la pobreza.
Ese es mi voto en cuanto hombre".
Pasaron días y noches,
la intoxicación del oro invadió mi cabeza.
Cuanto más amasaba,
mayor era la sed que de él sentía.
No podía detener o desviar la fuerza que me empujaba.
Riqueza y fama aumentaron,
y con el pecho hinchado me dedicaba a vanagloriarme.
Por fin el médico me avisó:
"Necesita un descanaso;
la maquinaria de su cuerpo está a punto de averiarse".
Fui a un lejano y agradable país.
Allí un brazo de mar
corría a través de colinas cubiertas de bosques.
Las aves coronaban las copas de los árboles,
cerca de un eatanque lleno de peces.
Una fina corriente saltaba de roca en roca,
y la rumorosa música de sus aguas
creaba un hermoso concierto de soledad.
El aire, constantemente limpio,
erraba de bosque en bosque
murmurando una melodía.
Los cocoteros formaban un racimo...
unos estirados, otros inclinados,
con flecos agitándose sin descanso,
noche y día.
Las olas testarudas espumeabana y salpicaban
contra las enormes y negras rocas,
dejando conchas en la playa.
La fiebre del cuerpo cedió.
Todos los esfuerzos del pasado parecían un fraude,
y la vida extendía ambas manos
hacia el auténtico oro de la vida.
Ese día el mar estaba en calma...
El sol de otoño temblaba
en el azul del mar estremecido.
Junto a mi cabaña, el viento soplaba salvaje
a través del tamarisco,
y sus hojas sonaban.
Un ave malva, con una línea blanca en el pecho,
sobre un hilo telegráfico y moviendo la cola,
entonaba dulces y suaves melodías.
En el claro azul del cielo de otoño
se extendía la tristeza infinita
de algún exilio lejano.
En mi interior una voz decía:
"Debo regresar".
La luz que una vez resplandeció
en los ojos húmedos de lágrimas de ella.
Ese día subía un barco.
Después de atracar, me dirigí directamente a su casa.
Parecía vacía;
llegué a la puerta principal
y la encontré cerrada;
mi corazón la tía con fuerza.
De la casa llegó la visión de espacios vacíos,
y tocó mi corazón.
Tras mucho buscar la encontré...
una aldea abandonada al borde de un viejo estanque
con un templo en ruinas,
letras oscuras en sus paredes...
nada que reflejara su gloria pasada.
Un antiguo aswath lo abraza en su puño cerrado.
En la orilla, a la sombra de una higuera,
una cabaña de paja alberga una escuela de niñas.
Vi a amiya...
un rústico sari envolvía su cuerpo.
Ajorcas en las muñecas,
pies sin zapatos,
el cabello cayéndole suelto por la espalda.
Un moreno campesino teñía su rostro...
Estaba regando la huerta.
No conseguí pronunciar ni una palabra...
tampoco de su boca llegó una bienvenida
o alguna pregunta.
Lanzando una leve mirada a mis costosos zapatos
simplemente dijo:
"Las yerbas han cubierto los retoños del tomate,
ten cuidado, no los pisotees".
No conseguía entender nada...
¿Era una broma o algo serio?
En mis puños llevaba unos gemelos con perlas,
traté de ocultarlos bajo las mangas.
En el bolsillo traía un broche para Amiya...
Estaba claro... sólo una sonrisa de ridículo
agradecería este regalo,
si me acercaba y se lo daba.
Con una sonrisa forzada le pregunté:
"¿Dónde vives?"
Dejando la regadera en el suelo, dijo:
"¿Quieres verlo?"
Me llevó hasta la escuela
y dentro, a su habitación en el ala este,
separada sólo por una cortina.
Sobre su cama dura de madera
estaba enrollado el colchón.
En el taburete había una máquina de coser,
un sitar cubierto por tela de quimón
descansaba contra la pared;
una estera extendida al sur de la entrada,
sobre ella dispersos
viejos trapos, cintas multicolores,
espejo, peine y un frasco de aceite,
un bolso de caña con desechos.
Contra la pared en el ángulo sur
estaba un pequeño escritorio,
y en un bote de barro coloreado
un loto.
Amiya dijo: "Esta es mi casa",
espera un momento, vuelvo en seguida.
Fuera, en la rama de la higuera,
cantó un cuco.
Tras la mata de yaros
había un tropel de gorriones excitados;
en la distancia se divisaba un estanque
relampagueando al sol.
Sobre la mesa vi un retrato
(un joven al que no conozco),
pintado al carbón, enmarcado con cristal,...
frente despejada, pelo alborotado,
en sus ojos la luz de un distante futuro,
sus labios expresando resolución.
Amiya entró con una fuente...
arroz hervid, bizcochos de coco,
leche en una taza de alabastro,
y zumo de un cocotero verde.
Colocó la fuente en la mesa
y extendió sobre el suelo una estera de lana trenzada.
No hubiera mentido
si digo: "No estoy hambriento";
hubiera sido la verdad decir:
"No tengo apetito".
Pero tuve que comer.
Entonces oí el relato.
Mientras mi dinero aumentaba en el banco,
y yo no llevaba la cuenta de pérdidas y ganancias,
el padre de amiya, Krunja Kishore,
De vez en cuando invitaba a tomar el té
a hijos de millonarios.
Su voluntariosa hija había frustrado repetidamente
muchas oportunidades favorables.
Cuando golpeándose la frente
Krunja Kishore había dejado caer sus manos desesperado,
súbitamente, en el horizonte de la familia,
apareción un cometa loco sin hogar...
Mohibbushan, el único hijo del Raibahadur de Madhpara.
El Raibahadur era famoso en todo el país
por su riqueza atesorada y su duro corazón.
Ningún padre de una hija casadera ignoraría a su hijo,
por muy bruto que éste resultara ser.
Tras pasar ocho años en Europa,
Mohibbushan había regresado a casa.
Su padre dijo: "Ya soy viejo,
ocúpate de las riquezas de la familia".
El hijo respondió: "¿Cuál es la costumbre?"
La gente dijo:
"Los murciélagos rusos que cazan a Lakshmi
han robado el fruto verde de su cerebro".
El padre de Amiya dijo: "No tengas miedo de eso,
el aire húmedo del país ya le está calmando".
Poco después Amiya se convirtió en discípula suya.
Mohubbushan iba y venía a su gusto...
ni las burlas ni los chismorreos le afectaban.
Los días se sucedieron.
Perdiendo la paciencia el padre de Amiya planteó el asunto
del matrimonio.
Mohi replicó: "¿Cuál es la costumbre?"
El padre de Amiya dijo airado: "¿Entonces, por qué vienes aquí todos los días?"
Mohubbushan dijo sencillamente:
"Quiero llevar a Amiya a su puesto de trabajo".
Las últimas palabras de Amiya fueron:
"He llegado a este trabajo.
Él me liberó del peso de las posesiones materiales".
Yo le pregunté: "Y él, ¿dónde está?"
Amiya replicó: "En la cárcel".
3 de julio de 1936.
Rabindranath Tagore.
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sábado, 15 de junio de 2013
BEAUTIFUL PEOPLE - Juan Meseguer Velasco
De su apacible mundo de fortunas
fantásticas y gentes estupendas,
estimo sobre todo la belleza
de los atardeceres en sus fincas privadas;
su régimen intenso de comidas
sociales, recepciones,
conferencias benéficas y ensayos
sobre la conveniencia
de la ayuda a los pobres;
sus fiestas clamorosas
de sonrisas bañadas en licores
exóticos y tropicales;
sus nutridas despensas desnatadas
que declaran la guerra a la glucosa
y a todo lo que ensanche
la imagen esmerada de sus cuerpos;
su aspecto financiero, sus modales,
y otros tantos detalles pertinentes
que almacena la muerte en su trastienda.
Autor: Juan Meseguer Velasco
Título: Beautiful People
Libro: Bancos de arena
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sábado, 1 de junio de 2013
Deja que respire.
Deja que respire lejos de tu aliento.
me espera el horizonte en pleno mar.
Tengo el pulmón a toda vela, el viento
no va a pararse aquí a esperar.
Deja que respire de otros versos nuevos.
Tienen que crujir la sal y el sol.
Vuelve a sonreír la tarde y siento
mi camino lejos de tu voz.
Deja que respire fuera de los miedos.
Sé lo de los celos, no les mientas más.
Tengo que contar estrellas en silencio,
ahora intuyo quién nos quiere más.
25/05/2013
11:24 AM.
me espera el horizonte en pleno mar.
Tengo el pulmón a toda vela, el viento
no va a pararse aquí a esperar.
Deja que respire de otros versos nuevos.
Tienen que crujir la sal y el sol.
Vuelve a sonreír la tarde y siento
mi camino lejos de tu voz.
Deja que respire fuera de los miedos.
Sé lo de los celos, no les mientas más.
Tengo que contar estrellas en silencio,
ahora intuyo quién nos quiere más.
25/05/2013
11:24 AM.
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martes, 14 de mayo de 2013
DUDAS - Luis García Montero
La experiencia compartida con otros hace que guardemos silencio y nos acerquemos francamente y con ternura a nuestro propio corazón... y al de los otros. Eso es precisamente lo que me pasa con este poema de García Montero...
_Dudas
Vas a ser un perdido.
No me importa.
Me parece más triste
no saber dónde estoy.
Luis García Montero, de su libro "Vista cansada" (Visor, febrero 2008).
_Dudas
Vas a ser un perdido.
No me importa.
Me parece más triste
no saber dónde estoy.
Luis García Montero, de su libro "Vista cansada" (Visor, febrero 2008).
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viernes, 10 de mayo de 2013
SILENCIO - Regla Ortiz
A veces son tantos los sonidos
en tus quejidos, en tu cabeza, en tus oídos,
que esperas la caída del silencio
como agua de mayo.
en tus quejidos, en tu cabeza, en tus oídos,
que esperas la caída del silencio
como agua de mayo.
Regla Ortiz
domingo, 5 de mayo de 2013
Desde el retrovisor...
Es bueno que me pare. Y si lo aprovecho para hacer balance es todavía mejor: puedo aprender de lo que he hecho, puedo comprender por qué me siento tan ofuscado, por qué esta tristeza que no sé a qué viene,... y a veces, también comprendo mejor por qué la soltura de estos días. No es que esté contento con todo lo que pasa en estos días, con cómo estoy en todos los sectores de mi vida. Ni mucho menos. Pero hay algo fundamental: me reconozco en lo que vivo. Soy yo entero: con mis cojeras y mis habilidades. Me alegra lo que estoy viviendo ahora. Hoy ha sido como mirar por el retrovisor y encontrar una armonía que no esperabas, un regalo al final de la tarde...
Eso sí, que nadie se confunda. Quiero más. Quiero elegir la vida. Ya no estoy mirando hacia atrás. Voy a seguir adelante.
Eso sí, que nadie se confunda. Quiero más. Quiero elegir la vida. Ya no estoy mirando hacia atrás. Voy a seguir adelante.
¡Buen viaje! ;)
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martes, 30 de abril de 2013
Economía de hoy para valientes - Bernardo Pérez Andreo
"Bernardo Pérez Andreo". Es lo único que ponía el vídeo que me ha enviado un amigo. Él ya sabía que me iba a gustar. Al poco volví a hablar con mi amigo y me preguntó si había visto el vídeo. Ya le dije que había tenido un día apretado y que sacaría un rato al final del día. Y así lo hice:
He disfrutado porque es la síntesis de lo que he captado, sentido, pensado y expresado en los últimos meses. Incluso he llegado a decir que un poeta (honesto, claro) debería hablar hoy de las leyes del mercado, de las expectativas, la eficiencia y de los tipos de interés. Y el tipo de interés de ese vídeo para mí hoy está muy alto. Sí señor, me interesa mucho.
Lo tiro por la ventana por si a algún transeúnte le interesa tanto como a mí.
PD: por cierto, Bernardo, me alegro de "haberte conocido".
He disfrutado porque es la síntesis de lo que he captado, sentido, pensado y expresado en los últimos meses. Incluso he llegado a decir que un poeta (honesto, claro) debería hablar hoy de las leyes del mercado, de las expectativas, la eficiencia y de los tipos de interés. Y el tipo de interés de ese vídeo para mí hoy está muy alto. Sí señor, me interesa mucho.
Lo tiro por la ventana por si a algún transeúnte le interesa tanto como a mí.
PD: por cierto, Bernardo, me alegro de "haberte conocido".
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sábado, 13 de abril de 2013
EN ARROYO FRENTE A VILLA BERTA - E. Alberto
Dijo Eliseo Alberto (Arroyo Naranjo, Cuba 10/IX/1951- Ciudad de México 31/VII/2011) que sólo se escribió un poema a él mismo. Es éste. Me encanta. Es una medicina. Pero de las que además de curar dejan buen sabor de boca. Yo lo leo a veces. Teniendo en cuenta sus efectos terapéuticos, creo que debería recitarlo con más frecuencia y ser más consciente de lo que estoy diciendo.
Hay una sed en nuestro corazón que no la apaga el éxito, ni las tristezas, las frustraciones o el dinero. Hay una verdad escondida dentro de nosotros. Tenemos el derecho a ser nosotros mismos, a gustar la libertad y la felicidad de andar así de sueltos. Y tenemos también algunos aliados importantes: el primero somos nosotros mismos; el segundo son las personas que han optado por responder por el niño original que llevamos dentro.
Gracias al poeta por compartir estos versos. Son un abrazo cargado de esperanza al corazón.
Hay una sed en nuestro corazón que no la apaga el éxito, ni las tristezas, las frustraciones o el dinero. Hay una verdad escondida dentro de nosotros. Tenemos el derecho a ser nosotros mismos, a gustar la libertad y la felicidad de andar así de sueltos. Y tenemos también algunos aliados importantes: el primero somos nosotros mismos; el segundo son las personas que han optado por responder por el niño original que llevamos dentro.
Gracias al poeta por compartir estos versos. Son un abrazo cargado de esperanza al corazón.
En Arroyo frente a Villa Berta.
Desesperado te busco y no te halloen ninguno de nuestros escondites.
No hagas trampas: por más que tú lo evites
te escucho respirar cuando me callo.
Si sufres, ay mi amor, de amor estallo.No soy menos que tú, sólo más viejo.
Mis manos de tus manos son reflejo.En tu batalla a tu lado hoy batallo.
Estás dentro de mí, ¿de qué me quejo?
No perderte jamás, eso deseo.
Cada noche con qué ilusión te llamo.
Mientras vea tu miedo en cada espejo,
responderé por ti, niño Eliseo.
Desesperado te busco: yo te amo.
Eliseo Alberto
sábado, 9 de febrero de 2013
Hay
Hay personas que lo están pasando mal.
Hay mucha desorientación.
Hay desesperanza.
Hay un miedo diluido en el café de la mañana.
Hay una tristeza velada en los días que pasan.
Hay un socialista diseñando joyas.
Hay un popular apretando a los demás.
Hay abuelos sosteniendo a sus familias.
Hay sindicalistas que no saben trabajar.
Hay licenciados con billetes de ida.
Hay quien confunde la mierda con el oro.
Hay copas llenas hasta el borde de mentira.
Hay enemigos que no tienen rostro.
Hay que consumir para ver si nos alivia.
Hay que ser cortés
antes que valiente.
Hay que ser valiente
después del tipo de interés.
Lo sé, me lo dicen tus ojos:
Ay de mí si te digo la verdad
...pero, ay de ti si no la nombras
Hay mucha desorientación.
Hay desesperanza.
Hay un miedo diluido en el café de la mañana.
Hay una tristeza velada en los días que pasan.
Hay un socialista diseñando joyas.
Hay un popular apretando a los demás.
Hay abuelos sosteniendo a sus familias.
Hay sindicalistas que no saben trabajar.
Hay licenciados con billetes de ida.
Hay quien confunde la mierda con el oro.
Hay copas llenas hasta el borde de mentira.
Hay enemigos que no tienen rostro.
Hay que consumir para ver si nos alivia.
Hay que ser cortés
antes que valiente.
Hay que ser valiente
después del tipo de interés.
Lo sé, me lo dicen tus ojos:
Ay de mí si te digo la verdad
...pero, ay de ti si no la nombras
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viernes, 4 de enero de 2013
UNA NIÑITA TIRA DEL MANTEL - Wislawa Szymborska
Vivir. Ese es el deseo que llena mi corazón y todos mis
sentidos algunos días. Se llena el corazón de deseo de Vida. Entonces se me
pone el día perdido de lucidez y me reconozco en un montón de actos durante la
tarde: algunos me alegran y otros no tanto. Pero me reconozco. Puedo ver que
soy yo quien baila y reconozco mis maneras: me alegra ver la naturalidad de
algunos movimientos y la torpeza de mis pasos.
Hoy además sé que hubo algunas cosas que no dije, que callé por llevar la contraria, por si hablar hubiese sido ya molestar demasiado. Hoy sé que intenté portarme bien cuando la vida necesitaba otra cosa: ser vivida. Y hoy quiero seguir esa intuición de vida, de ser hombre, como entonces debí seguir la de ser niño, y como hace una y otra vez (cada vez que la leo) la niña de Wislawa Szymborska…
Hoy además sé que hubo algunas cosas que no dije, que callé por llevar la contraria, por si hablar hubiese sido ya molestar demasiado. Hoy sé que intenté portarme bien cuando la vida necesitaba otra cosa: ser vivida. Y hoy quiero seguir esa intuición de vida, de ser hombre, como entonces debí seguir la de ser niño, y como hace una y otra vez (cada vez que la leo) la niña de Wislawa Szymborska…
Una niñita tira del mantel.
Desde hace más de un año se está en este
mundo,
y en este mundo no todo se ha examinado
y puesto bajo control.
y en este mundo no todo se ha examinado
y puesto bajo control.
Ahora a prueba están las cosas
que no pueden moverse solas.
que no pueden moverse solas.
Hay que ayudarlas en eso,
correrlas, empujarlas,
cogerlas de un lugar y trasladarlas.
correrlas, empujarlas,
cogerlas de un lugar y trasladarlas.
No todas quieren, por ejemplo, el
armario,
la cómoda, la inflexible pared, la mesa.
la cómoda, la inflexible pared, la mesa.
Pero ya el mantel sobre la testaruda
mesa
-si se lo agarra bien de las orillas-
muestra disposición al viaje.
-si se lo agarra bien de las orillas-
muestra disposición al viaje.
Y sobre el mantel los vasos, los
platitos,
una jarrita con leche, cucharitas y un tazón
hasta tiemblan de ganas.
una jarrita con leche, cucharitas y un tazón
hasta tiemblan de ganas.
Muy interesante,
qué moviemiento elegirán
cuando ya se agiten en el borde:
¿recorrido por el techo?
¿vuelo alrededor de la lámpara?
¿salto a la ventana y de ahí a un árbol?
qué moviemiento elegirán
cuando ya se agiten en el borde:
¿recorrido por el techo?
¿vuelo alrededor de la lámpara?
¿salto a la ventana y de ahí a un árbol?
El señor Newton no tiene aún nada que
ver con eso.
Que mire desde el cielo y agite los brazos.
Que mire desde el cielo y agite los brazos.
Esta prueba tiene que hacerse.
Y se hará.
Y se hará.
Autora: Wislawa Szymborska
Título: Una niñita tira del mantel
Libro: Instante
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